Federación Estatal de Organizaciones Feministas

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Feminismos y radicalidad democrática.

Por Betlem Cañizar Bel @BetlemCBel

Viernes 27 de marzo de 2015

Un manifiesto para la inspiración: http://alertafeminista.wordpress.com

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Antes de ponerme a escribir, decido documentarme un poco. Entro en la web de Plaz, la candidatura feminista de Donostia; en la de feminismos de Ganemos -Madrid.
Dejo las catalanas para después y recuerdo que Carolina, una amiga de la Alerta Feminista hace meses que nos habla de la despatriarcalización.
Creo haberle oído el término a una feminista boliviana en una charla en Ca la Dona. Interesante, pero todavía no he tenido el tiempo -o la energía- para profundizar en el tema. No entiendo como hay mujeres que les da la vida para tanto, para leer tanto, escuchar tanto, cuidar tanto.
Así que voy al buscador ese que todo el mundo conoce y tecleo: "despatriarcalización". Clico en una referencia, y me quedo de pasta de cacahuete. Me aparece la “Unidad de Despatriarcalización” del Gobierno de Bolivia, como parte de su proyecto descolonizador. Independientemente de si está o no funcionando realmente, no me negaréis que como mínimo es algo impactante.

Y recuerdo otra conversación del día antes, en una reunión del espacio de encuentro "Feminismos y Radicalidades Democráticas":
- Debemos profundizar en las relaciones con los movimientos sociales para romper con el patriarcado...
(interrupción de la mencionada Carolina, somos así) - Romper? Imposible, se trata de despatriarcalizar.
- De acuerdo. Debemos profundizar en las relaciones para despatriarcalizarnos...

Y es que efectivamente, ahí está el quid de la cuestión. Precisamente en esa misma reunión, minutos antes, me había puesto yo un pelín nerviosa, interrumpiendo también a Montse, otra compañera. Nos explica que Barcelona en Comú ha presentado a primarias 60 propuestas que han sido trabajadas entre sus activistas. Deben votarse para elaborar el programa de 40 prioridades de la candidatura. ¿Cuál es el resultado? Entre las propuestas hay algunas -si, algunas- que tienen que ver con mujeres y feminismos, y precisamente unas cuantas de ellas no han salido escogidas en las primarias.

Quedan fuera propuestas como elaborar un Plan contra la feminización de la pobreza, asegurar los derechos de las personas con diversidad funcional o introducir los presupuestos con perspectiva de género. Conseguir una ciudad libre de violencia sexista y racista queda en 6o lugar, muy por debajo de la primera opción, impulsar el transporte público a precios sociales (ambas propuestas dentro del bloque 3, “conseguir una Barcelona más humana”). Y, cómo no, resulta escasamente votada la propuesta de velar por los derechos de las personas que ejercen prostitución no forzada.

Unos meses atrás, en la Crida Constituent, proceso asambleario de la izquierda independentista, de ámbito nacional, que busca la ruptura con el Estado Español y con el régimen del 78, se nos “olvidaron” en un manifiesto, hasta que las feministas de la Crida lo vieron, se alarmaron (faltaría más) y añadieron un muy buen párrafo sobre el patriarcado.

Seguro que podríamos encontrar muchos más ejemplos de situaciones parecidas. Que vaya por delante el reconocimiento de que tanto Barcelona en Comú como la Crida, como tantos otros movimientos sociales o candidaturas más y menos rupturistas no sólo tienen a muchas feministas entre sus activistas, buena parte de ellas, referentes en Catalunya, sinó que también han asumido el eje de género o antipatriarcal como uno de sus contenidos sustantivos.

Pero, a pesar de ello, cuando llega la hora de la verdad ¿las feministas podemos confiar en las primarias o en las asambleas como mecanismos para decidir programas que no sólo incorporen, sino que den autoridad a las prácticas y saberes acumulados desde los feminismos? A día de hoy, creo que no.
¿Significa ello que las mujeres y/o los feminismos no estamos si no es en párrafos y propuestas concretas, o a través de mujeres concretas? Lamentablemente, a menudo es así.

Por un lado, parece claro que para conseguir un cambio real, para desarticular el patriarcado, debemos pasar de ser medidas concretas a ser medida de todas las concreciones. No la única medida, pero una de ellas, y central.

Sostenibilidad, cuidados de la vida, no violencia. Los feminismos o, a mi entender, también la ecología, no pueden ser, jamás, propuestas que pueden estar, o no estar. Porque no son sólo propuestas concretas para desarrollar uno u otro aspecto de las políticas (o de nuestras vidas). Son perspectivas, miradas, criterios que ayudan a dar luz a nuestras políticas, que guían nuestras vidas y relaciones. Van de lo global a lo particular y de lo cotidiano a lo global, retroalimentándose y contaminando todos los aspectos de la comunidad y las personas: los cuerpos, los comportamientos, las relaciones, la economía, la participación, la cultura, la educación. Todo.

Debemos estar si o si en la acción política. Voten o no nuestras propuestas. Somos un eje del cambio, le parezca o no a un hombre, o a una mujer, que la feminización de la pobreza no es suficientemente importante o que se puede transformar la ciudad haciendo presupuestos sin perspectiva de género (?!).
Por la misma razón que los derechos de las personas con diversidad funcional o de las prostitutas no son votables: estan ahí. No nos los podemos saltar.

¿Pone ello en cuestión el funcionamiento democrático? ¿Significa eso que no podemos confiar en la opinión de todas las personas? ¿que no debemos someter a votación los programas, o a discusión en grandes asambleas? ¿Que deben ser elaborados por personas escogidas y expertas en cada tema? Rotundamente, no.

De lo que se trata es, por el contrario, de confiar en las personas y colectivos que llevan años, décadas, siglos trabajando. Todas las personas tenemos un saber y una experiencia propia, intransferible, absolutamente valiosa para construir la comunidad des de la democracia. Es necesario poner en común nuestros saberes para trabajar el bien común des de todas nuestras miradas.
Pero esto es muy diferente de pretender que todas opinemos y decidamos de todo. Yo no permitiría jamás que alguien decida sobre mi cuerpo, votando por ejemplo una restricción de la ley del aborto.
Si trabajara de puta, nadie mejor que mis compañeras y yo misma para saber cuáles son mis necesidades, mis derechos.
Si se quiere desarrollar una propuesta política des de la ecología puedo someter muchas propuestas a referéndum, pero siempre partiendo de que vamos a trabajar des del ecologismo, y que vamos a dar autoridad política y a confiar en el trabajo desarrollado por el movimiento ecologista -a pesar de ser diverso y no homogéneo.

Si queremos incorporar los feminismos a un movimiento social, a un sindicato, a una candidatura transformadora: ¿cómo lo haremos? ¿Añadiendo unas u otras propuestas? ¿poniendo en éste o aquél lugar a una feminista? ¿O, además, cambiando la perspectiva des de la que trabajamos y elaboramos las propuestas, o la misma manera como nos comunicamos, por ejemplo?

Está claro que la democracia consiste en mucho más que en asambleas y primarias. Es algo mucho más complejo.
También que ninguna propuesta lo resolverá todo con listas cremallera, paridades o acciones positivas, aunque sean importantes.

Por todo ello, y por muchas otras cosas (no necesariamente consensuadas entre todas nosotras) los caminos de unas cuantas mujeres se nos han juntado en la propuesta de Alerta Feminista que más arriba he mencionado.
Necesitábamos expresar y exigir y ejercer la centralidad de los feminismos en este momento de removimiento social, político, económico. Necesitábamos crear referentes, dar visibilidad. Autorizar las voces de tantas mujeres, y hacerlo de forma pública. Reforzar las prácticas de siglos de feminismos.

Tal como expresa el manifiesto, “los fundamentos de aquello que hace unos años nos habría parecido impensable empiezan a temblar”. Y para que la nueva política sea realmente nueva, debe recorrer el camino de la despatriarcalización.

Esperamos que la Alerta tenga un buen recorrido, que mujeres, hombres y colectivos se la hagan propia. Por ahora, y sin que todavía hayamos hecho mucha difusión, lo cierto es que suma firmas día a día.
Elegimos concretar la Alerta en cinco nodos que nos parece que dan cuerpo a las políticas feministas radicales y anticapitalistas: dar troncalidad a los feminismos, construir una práctica política y económica centrada en la sostenibilidad de la vida; hacer política en primera persona; acabar con las violencias machistas; y acabar con la cultura de la dominación y la colonización de los cuerpos, la tierra y las culturas.

Y, puesto que el patriarcado está dentro de todas y cada una de nosotras, busquemos las alianzas para quitárnoslo de encima, poquito a poco, día a día. Por eso, los procesos de construcción democrática que se están dando en tantas ciudades, de la mano de movimientos sociales y candidaturas diversas como las aquí nombradas o tantas otras, tienen una potencialidad enorme para contribuir a un cambio radical en nuestras vidas... o no.

Betlem Cañizar Bel
@BetlemCBel


Manifiesto de Alerta Feminista en Castellano
http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/8M.pdf