Federación Estatal de Organizaciones Feministas

Portada del sitio > Noticias > ’Sí a la vida, pero que yo decida’

’Sí a la vida, pero que yo decida’

Centenares de mujeres exigen que el aborto quede fuera del Código Penal

Miércoles 26 de septiembre de 2012

Angustias lleva mil manifestaciones por el derecho al aborto en su garganta. Lo único distinto de la de hoy es la muleta. Y sus 76 años a cuestas. Ni el sol derretidor de la Puerta del Sol puede con ella.

"Esto me recuerda a hace 35 años, cuando salíamos a la calle a pedir que dejaran a las mujeres decidir. Yo no me perdí una protesta y mira, hijo, aquí estamos".

Son pocas, unas 300, y acaban de llegar al final de su mañana megafonera y de pancarta desde un mediodía concentrado en la plaza de Tirso de Molina, un lugar de teatros, hemerotecas, razas distintas, todas las culturas.

Las ha convocado la Plataforma de Mujeres ante el Congreso para "luchar por que no se dé ni un paso atrás" en la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo. Y es que los anuncios del ministro de Justicia suenan aquí a "contrarreforma", a "siglo XVII", a "atentado contra la capacidad de decisión de la mujer".

"¡Gallardón, dimisión!", se oye sin parar. Alberto Ruiz-Gallardón ha anunciado la sustitución de la ley de plazos (hasta las 14 semanas la mujer es libre de abortar sin alegar motivos) por otra que despenalizará el aborto sólo en algunos casos (probablemente la malformación fetal no será un argumento salvo que produzca daño psíquico en la madre acreditado por un psicólogo) y tras un dictamen médico.

Varias generaciones

En la movilización de hoy hay mujeres de todas las generaciones, a veces abuela, madre y nieta, como María del Carmen, Susana y Berta. "Hemos venido porque estamos hartas de que se nos tutele. Las mujeres sabemos cuándo queremos tener un hijo y cuándo no. Nadie tiene derecho a decidir si estamos capacitadas o no para ello. Y resulta indignante pensar que si nos permiten abortar es sólo porque nos dan un certificado de incapacidad como madres. La reforma que plantea Gallardón va en una línea que creíamos superada", dice la madre, mientras la abuela asiente y la nieta sonríe con el móvil twiteando sus noticias.

’Un disparate’

Aquí se ve a mujeres del activismo de toda la vida, algún político, como Pedro Zerolo, bebés en carritos aparcados por sus padres en medio de la protesta, hombres con pancartas, periodistas armados de imagen y letras y hasta vendedores de pegatinas republicanas al olor de la quedada.

Hace calor en Madrid, pero todas las mujeres dicen tener frío. "A mí no me gusta nada lo que viene. Las mujeres no nos merecemos esta reforma, que es un disparate y nos retrotrae al siglo XVII. Es imprescindible movilizarnos", dice Boti García Rodrigo, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales. A su lado ya clama la protesta, "¡Fuera el aborto del Código Penal!", ¡"En este cuerpo mando yo!".

Y, de repente, antes de algún discurso, suenan gritos viejos, una banda sonora y callejera conocida: "¡Aborto libre y gratuito!", "¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!".

Gritar como hace 30 años

Y ahí están Esther, Susana y Concha, con sus pancartas y sus años, sentenciando: "Yo iba a manifestaciones como ésta con 20 años y tengo 50. No es que no avancemos, es que vamos para atrás. ¿Pero quién nos iba a decir que íbamos a tener que gritar otra vez lo de hace 30 años? Esto es un deja vu".

Una de las organizadoras del acto, altavoz en boca, agradece la participación y argumenta: "Estamos indignadas e indignados. El derecho al aborto ha sido una conquista y no consentiremos ni un paso atrás. Lucharemos por que el aborto sea libre, gratuito y quede fuera del Código Penal".

Zerolo, que está al mando de la Secretaría de Movimientos Sociales del Partido Socialista de Madrid y del PSOE, cree que la "inmensa mayoría de la sociedad" no quiere la reforma de Gallardón. "Es una reforma ultraconservadora, una involución destinada al sector más ultra del PP. No se puede consentir que se toque un derecho".

Las mujeres empiezan a terminar la mañana. Los megáfonos les dan las gracias y les cuentan que, las que quieran, pueden seguir a pie hasta la Puerta del Sol.

Y hasta allí se va con su tripa al aire Susana, 27 años, psicóloga desde hace tiempo y pintora improvisada sobre su piel desde esta mañana, "ha sido idea de mi amiga", dice riéndose.

Limita los derechos

"A mí no me parece que sea una cuestión de izquierdas o de derechas. Esta reforma limita los derechos de la mujer a tomar una decisión libre. Si el feto va a morir a los tres minutos, ¿qué sentido tiene obligarla a parir? Resulta que le dan más capacidad de decisión a un embrión que a una mujer. Y las mujeres quedan en un plano secundario ante el parecer de un señor que decide por ellas. No lo entiendo".

Quizá por todo eso, hoy, antes de salir de casa, Susana cogió el rotulador y se hizo pancarta de carne: "Sí a la vida, pero que yo decida".


Ver en línea : Extraído de "El Mundo"